MILONGA DE LOS ARROYOS.
Fue en un rincón suburbano
Por los pagos de Saavedra,
Que iba el arroyo Medrano
Por entre sapos y piedras.
Y fue alguien de poca ciencia
Y un sello de goma nuevo,
Que tuvo aquella ocurrencia
De encerrarlo bajo suelo.
También pasó con el Vega
Un compadre de Belgrano,
Y con un guapo de veras
Que llaman el Maldonado.
Se los llevaron, los encerraron,
Era un invierno desangelado,
Los maniataron, los condenaron
¡Ay!, Mis arroyos encarcelados.
Y así desbordan su rabia
De pobres contra otros pobres,
Mucha bronca y poca labia
Ningún milagro que sobre.
Entonces nació el lamento
Protestón y perdulario,
Que suele cantarle el viento
Al desborde libertario.
Milonga de los arroyos
De las aguas insurgentes,
Que siempre saldrán del pozo
Los arroyos y la gente.
Letra : Raimundo Rosales
Música : Marcelo Saraceni